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Regalo de Navidad



Una ligera lluvia caía sobre la ciudad. Las gotas de agua traslucían mini arco iris en los árboles.

-¡Maldita lluvia! Nada refresca y solo moja. Ya viene la gente con los zapatos lodosos a ensuciar.

Gemía Nadir. Un atractivodependiente mientras limpiaba afanosamente trapeadoe en mano.

-Ya son las últimas lluvias del año ¡Ya viene Navidad! -le respondia Alba. Su cariñosa compañera.

 La joven de bellas facciones. Manos tan suaves y delicadas que pasarían por pétalos de rosas y delicados cabellos rubios naturales. Y atractivos ojos color miel. Su sobrepeso lo compensaba con su personalidad cálida y radiante. Alba hacia honor a su nombre. Era un rayo de sol.

Lástima que ese sol no podía iluminar la nube gris que atormentaba a su compañero Nadir.

-¡Navidad! ¡Bah! Otro invento de mercadotecnia. La ilusión que venden las empresas para exprimir al obrero.

-¡Nadie obliga a nadie a comprar! Deseo mas poder adquisitivo igual venta.¿No te lo enseñaron en la universidad?

-Mañana habrá Black Friday. Me contarás luego como amaneces de molida luego de atender a un centenar de clientes caprichosos e insatisfechos emocionales que buscan llenar su vacío con plástico.

-Al menos esos caprichosos y vacíos si tienen ganas de vivir. En cambio tú... Cada día mas amargado.

La joven se retira mientras seca una lágrima. ¿Que habrá lastimado tanto a Nadir? ¿Acaso un trauma de su pasado? Solo Dios y él lo sabrían.

Alba y Nadir hace 5 años que egresaron de la carrera de mercadotecnia. Habían sido compañeros de clases y Nadir fue graduado con honores. Desgraciadamente no habían podido encontrar mas empleo que el de dependiente de tienda. La situación del país era muy dura y hay que sobrevivir.

Al día siguiente era el Black Friday. Los habían hecho llegar mas temprano para que todo estuviera en su lugar. Las puertas se abrieron y una multitud de gente llego en tropel y arrasó con todo. Los juguetes mas caros estaban primero. Todo de marcas originales. Nada de copias chinas. Los cajeros no se daban a basto y los de bodega sacaban y sacaban juguetes.

El espíritu del Black Friday enloquece a las multitudes. Había niñas peleando por una muñeca

-¡Saquen mas productos! - Gritaba el supervisor. Nadir colocaba un producto y este era literalmente arrebatado de sus manos. No tuvieron ni tiempo de comer o ir al baño. Parecía que el mundo se iba a acabar y los juguetes eran víveres de sobre vivencia.

Un regordete niño gritaba a todo pulmón: -¡papi! Me prometiste mi spiderman. ¡QUIERO MI SPIDERMAN! AHOOOORAAAAA.

Un hombre toma del hombro a Nadir:

- Que clase de empleado es usted. Mi hijo quiere un spiderman y usted no se lo da.

- Disculpe caballero ...si no hay es que se agotaron.

-¿Agotado? ¡Y para que hacen Black Friday si no tienen productos.! No saben el trauma que causara en el niño.

Y de un tiron avienta al joven contra una góndola.

-¡Ven baby! Vámonos de esta tienda de barrio que no saben atender al cliente.

-¡NOOOOO! YO QUIERO MI SPIDERMAN AHORAAAAAA!

-Te comprare uno en mismo.
Cuando nos vayamos de vacaciones

El berrinchudo niño de la frustración tiro el resto de juguetes al piso y los pisoteo. Y dio la media vuelta y salio de la tienda. Seguido por su padre consentidor.

Todos los empleados están estupefactos y Alba socorre a Nadir.

-¿Ahora piensas lo mismo de la Navidad? Apenas empezamos noviembre. Espera el 24 y conocerás el infierno.

La tienda cerró casi a las 2 de la mañana. Habia muñecas rotas o autitos de juguetes rotos. Algunas ropas tiradas en el piso pateadas y revolcadas. Los empleados tenias que clasificar, ordenar y limpiar la tienda. Dejar todo listo para el día siguiente.

Un solo día de ventas genero la ganancia de 3 mes. Diciembre era el mes de los juguetes. Santa Vendrá a la tienda. Era el próximo eslogan para aumentar sus ganancias.

Los días subsiguientes fueron tranquilos. Los empleados esperaba su agunaldo para poder hacer sus compras.

Lenmark era uno de los compañeros de trabajo. Su esposa estaba embarazada. Y esperaban el aguinaldo para el bebé.

-¿Le comprarás los pañales aquí?
-Bromeaban sus compañeros.

- Con lo que valen aquí como todo el mes - respondía el joven.

Alba intentaba acercarse mas a Nadir. Pero este era mas frío que piedra del polo norte.

Ya era diciembre y las ventas aumentaron generosamente. Habían contratado a un hombre para que la semana de Navidad sentara niños en las piernas y se tomaran fotos con él diciendo jojojo.

Alba estaba emocionada. Sus ojos brillaban. Lástima que no podía contagiar esa alegría a su querido compañero.

Ya faltaba poco para la gran noche de Navidad. Y el gerente los llama a todos a la sala de empleados.

Los 20 empleados estaban asustados ¿Que querrá ahora?  ¡Otro de sus discursos narcóticos de seguro!

-Muchachos... Esto es difícil para mi...no se como decir esto... Pero ha ocurridonun hecho muy lamentable...en tantos años nunca ha ocurrido nada parecido. -decía nervioso el obeso hombre- lo que voy a decir ha sido registrado por las cámaras de seguridad y no hay duda que tenemos un ladrón entre nosotros. Alguien entró a la oficina y robó las plantillas de enero. No podemos tener a un ladrón entre nosotros. Ustedes tendrán su pago pero lamentamos perder la confianza que hemos depositado en ustedes. Lenmark pasa a la oficina para llenar el papeleo. Lamentablemente presindiremos de tu colaboración.

Todos están sorprendidos. Lenmark era uno de los empleados mas antiguos. Era bonachón y chambeador. Nunca le faltó el respeto a nadie.

Nadir esta ofuscado- ¡Es una injusticia!-gritaba .

Nadir salió corriendo estaba tan enajenado de indignación y rabia que no se fijó que al salir, un auto entraba por el parqueo. Todo le dio vueltas y sintió de golpe el cemento duro y frío de la calle.

Todo se puso negro. Y luego una voz que lo despertaba. Al abrir los ojos un joven de cabellos ondulados y vestido con una camisa azul lo levanta.

-¿Estas listo?- le pregunta a Nadir.

-¿listo?-responde el joven dependiente.

- Para irte. - señalando el cuerpo inerte del joven.

Nadir estaba muy asustado. Se veía a si mismo. Tendido y sangrando en el parqueo de la juguetería.

-¡No puede ser! ¡NO! ¡NO! ¡NOOOOOO!

Se lamentaba mientras intentaba inutilmente regresar a su cuerpo.

El joven toma del hombro a Nadir y le dice -Antes de partir ¿No quieres despedirte de tus seres queridos?

-Debes ser un demonio que viene a atormentarme ¿verdad? Nadie me extrañará.

-¿No crees en Navidad pero si en demonios? Es el peor caso de "grinch" que he visto...soy Azrael el ángel de la muerte y es mi deber conducir a las almas a su destino final. Me dan pena las almas que mueren sin conocer el amor verdadero. ¡Ven!- Señalando a la joven Alba que yacía desmayada junto a su cadáver- Ella te amaba. Nunca hiciste caso a su amor puro y desinteresado.

Nadir de pronto se traslada a su puesto de trabajo Alba estaba junto a él acomodando juguetes y sus manos intentaban inocentemente tocar las de él. -eso- dice el ángel- fue hace unos meses. ¿Lo recuerdas?

Nadir camina hacia su recuerdo y trata de tocarse a si mismo.- Fue en febrero... Ella me regalo una camisa rosa...yo odio las camisas rosa.

-¿Eso se te ocurre pensar camino al purgatorio?-increpa violentamente el ángel. -¡Mira!- el recuerdo se traslada a otro momento.- Alba pasó ahorrando para comprarte un obsequio. Esa camisa quizás es de mal gusto. No lo negaré. Pero se desprendió de su dinero para comprarte a ti ingrato el único regalo de amistad que tuviste ese día y tú ¿que le diste?

Nadir está avergonzadoavergonzado. No había dado ni las gracias por el regalo. Lo tomó y lo guardó en su armario de empleado. -Ella pudo gastar su dinero en algo para ella y no en mi- Se lamentaba el infortunado joven.

El ángel toma a Nadir y lo hace caminar. De pronto están en una calle de tierra con casas de cerco de alambre y retazos de zinc. El joven reconoce de inmediato la calle. Es la casa donde nació. Es la casa de su madre.

Se asoman al a remedo de ventana y mura a su madre en la vieja máquina de coser. -¿La ves? ¿recuerdas  ese día?-interroga el ángel que ahora lleva un atuendo distinto. Lleva una túnica negra con bordes dorados muy elaborados y una especie de guadaña muy afilada. Nadir se asusta y torrentes de lágrimas corren por sus mejillas.

- ¡Es la noche que mi madre murió!-exclama ahogado en llanto el joven.

-Dime Nadir. ¿Te faltó comida en la mesa durante tu niñez?¿Te faltó techo?

-No... Mi madre trabajaba duro para alimentareme y mandarme a la escuela. Esa noche estaba en la universidad. Cuando llegué ya se la habían llevado al hospital.

-¿Recuerdas las Navidades junto a ella?-pregunta el ángel.

-¡Si!-contesta el joven

-Tu mamá siempre tenía tus zapatos nuevos y tu estreno de Navidad para ti y tus hermanos. Tus juguetes no eran caros pero era muestra de amor que ella les daba. No es que el amor se refleje en los objetos materiales simplemente son los gestos que hacenhace que se demuestre.

La escena cambia a la pequeña sala cuarto donde Nadir de niño junto a sus otros dos hermanos jugaban con sus regalos de Navidad un maltrecho árbol adornado con viejos adornos reflejaba la calidez de su humilde pero feliz hogar.

-Fuiste un niño afortunado Nadir. Tu madre supo inculcarles valores. Valores espirituales. Muchos creen que el valor esta en el objeto y por eso atiborran el alma de los hijos con plástico y baterías. Muñecos inertes que no pueden abrazar ni amar.  Cuando lo que de verdad llena es el compartir con la familia.

Nadir entonces recuerda lo feliz que era jugando con la patineta en las polvorientas calles del barrio mientras su madre cocía. Era una única patineta para los 3. Y eran felices, porque jugaban entre si.

Nadir llora de alegría y tristeza:

-Gracias por mostrarme lo feliz que era y que ya no podré ser. Sólo quisiera poder tener una ultima navidad así... Rodeado de mis amigos y mis hermanos. Era rico y no lo sabía. Deje envenenar mi alma con la frustración. Tenia una madre amorosa y abnegada que fue padre y madre cuando mi padre nos abandonó. Tenia hermanos...tenia una hermosa mujer que me amaba a pesar que yo era un ogro. Tenia compañeros de trabajo que eran mis amigos y mi segunda familia. Me deje envenenar por mis frustraciones. Me enfoqué en lo que no tenía en lugar de ver lo que si tenía.

-¿Dime?-dice el joven al ángel- solo quisiera saber algo antes de irme ¿Lenmark fue quien tomo el dinero? No quiero saber que morí defendiendo a un culpable.

El ángel indica con la guadaña y aparece un portal. -¡Ven!- al cruzar. Nadir mira una figura vestida de santa Claus es su amigo Lenmark. En los vestidores. Bromeaba con un hombre que no reconocía.

-Si quieres el próximo año te consigo un disfraz y trabajas de santa claus. Mira la barriga ya la tienes.-Bromeaba el hombre con el joven Lenmark

Nadir entonces entiende. Su amigo es inocente...la barriga que usaba el santa ladrón era hueca ahí ocultó el dinero. Sin nadie que lo revisará así sacó el dinero. Ambos estaban ahí en la sala de empleados pero solo un santa entró a la oficina y robó el dinero.

Nadir súplica dame un día más solo un día...Mi amigo no puede pagar un dinero que no tomó. Es inocente.

El ángel se ha transformado en un espectro  de gran tamaño y cubría su cuerpo con una capa tan negra como la noche. Y su guadaña era de oro macizo.

-No me corresponde a mi juzgar. Solo conducir las almas al purgatorio. Tuviste tiempo suficiente para corregir tus errores pero te enfocaste en los errores ajenos. Te dejaste envenenar por las frustraciones en lugar de superarlas. Y alzando sus brazos en el aire descargando  la guadaña sobre el infortunado  joven. Que de un jalón se incorpora en el estacionamiento donde los paramédicos lo atendían.

Todos están asustados. Y se abrazaban a él.

-¡Alba! ¡Alba! -gritaba el joven. La muchacha se acerca y los abraza. Nadir la besa apasionadamente respirando fuertemente.

Al incorporarse pide ver al administrador y así sucio y maltrecho le pide ver los vídeos de la oficina. Todos están asustados ¿Se había golpeado tanto la cabeza que estaba alusinando?

Nadir revisa los videos y en efecto. Lenmark era inocente. Su amigo lo abraza y Nadir cae desvanecido en sus brazos.

La mañana era fresca. Las gotas de rocío parecían diamantes colgando de las hojas de los árboles.

Un elegante auto entra y se estaciona en el parque o de la juguetería. De el se baja un hombre que entra al local.

-¡Feliz Navidad a todos!
Los empleados contestaron a coro:
-¡Feliz Navidad señor!

-¿Ya están listos para la fiesta de Navidad? Recuerden traer a los niños.

En la pared del local había una foto de  Nadir como empleado del año el hombre se detiene y la pule.

-¡Feliz Navidad! Señor Nadir. Ahora gerente de la sucursal Managua.

-¡Feliz Navidad mi dependienta favorita!

Al voltear besa a una Alba con una barriga de nueve meses.

-Ya vete a casa. No quiero que te canses ...los gemelos necesitaran todas nuestras fuerzas.- la besa de nuevo.

-¿Ya vino Lenmark?. Ahora como supervisor debe estar acá temprano.

-Fue al banco a depositar el dinero. Pobre trabaja de más. Hasta de administrador. Deberías promoverlo.

- El será promovido a su tiempo. Tiene que prepararse y estudiar. Superarse para poder dar a su familia.

Nadir saca unos sobres de la gaveta. Llama a los muchachos el gerente les envía estos bonos navideños.

- Es el regalo por  tanto esfuerzo. Somos la sucursal con mas ventas a nivel centroamericano. Lo de la fiesta fue idea mia...Pasar un buen tiempo de calidad con las personas que nos aman es el mejor regalo de Navidad que persona alguna merece tener.

FIN.




















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